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jueves, 18 de septiembre de 2014

Puerto de Alisas desde La Cavada

Escapada a tierras cántabras aprovechando las fiestas mateas en Logroño. Montamos el centro de operaciones en Liérganes (hotel Miera) cerca de Santander, cerca de Cabárceno y cerca de algunos de los puertos más importantes de la provincia.
Empezamos por uno sencillo, como es el Puerto de Alisas. Se trata de 12km a una pendiente media del 5,3% y un máximo km al 8,6%. No es muy duro pero tampoco es fácil.
Salimos de la población de La Cavada (a unos 5km de Liérganes) y en cirección Arredondo después de pasar por el imponente arco de la época de Carlos III que define una población historícamente dedicada a la fabricación de armas.


Los 3 primeros kilómetros son de falso llano con pocas pendientes hasta llegar a la población de Riotuerto. 
A partir de aquí la carretera se empina paulatinamente durante los siguientes 4km. Primero al 3%, luego al 4%, posteriormente al 6% y finalmente al 8%. Se complica la cosa puesto que además hay viento fuerte de cara en el valle.
Esta es la zona más expuesta al viento. El tramo entre Riotuerto y el Calerón.
A medida que vamos ascendiendo, como siempre, las vistas del valle empiezan a aparecer. En este caso sorprende ver lo verde que se encuentra todavía Cantabria para coincidir con el final del verano.
A partir de aquí, el viento afloja un poco debido a que nos encontramos más arriba y la pendiente oscila entre el 5% y el 8%, aunque nunca va a ser demasiado dura.
Al final del puerto se encadenan una serie de curvas de herradura que cambian la dirección inicial del puerto y que tienen buena pendiente.
Un sorprendente monolito dedicado a los ciclistas es la antesala de los últimos 2km.
Finalmente alcanzamos la cima sin demasiadas complicaciones. Arriba en la cima, descubro que una pequeña carretera sube un poco más hasta el mirador del valle.
En definitiva es un puerto duro pero asequible. No tiene rampas de consideración salvo alguna curva de herradura seria y las vistas (como supongo que todas las cántabras) excelentes. 
En la bajada tuvimos que esperar a que las amigas nos dejaran pasar. Así es la vida en el campo.
Y aquí dejo la telemetría marcada por el Garmin.