Blog de Alejandro San Vicente: Jitu Escarandi desde Poncebos

Martes, 14 de Agosto de 2018
Y llegó uno de los días marcados en rojo en el calendario: la subida al Jitu Escarandi (también llamado Collado Barreda) en plenos Picos de Europa y en la entrada a la famosa ruta del Cares que se inicia en Poncebos.
Es un puertazo increible. Díficilmente mejorable por ningún otro.
Muy largo: 17.278 metros
Muy duro: Del 14 al 15 tienen una pendiente media del 12.7%
Y con rampas brutales. A la salida de Sotres hay varias rampas largas del 19-20%
Vistas increibles. Primero por la zona del desfiladero. Luego ascendiendo por el cortado de la roca entre montañas y finalmente los prados arriba con perfectas vistas del Pico Urriellu (Naranjo de Bulnes).
El coeficiente final lo dice todo: 328 para un desnivel acumulado de 1134 metros al 6.6% de media. Superando incluso los 325 del Tourmalet.

Así que tras desayunar nos acercamos temprano por la carretera que recorre el concejo de Cabrales (si, el de los quesos) hasta Las Arenas de Cabrales por la AS114 (donde luego comeremos) y ahí cogemos el desvío que nos lleva hasta la población de Poncebos por la AS264 dentro ya del desfiladero del Cares.
Un par de kilómetros antes de llegar a Poncebos nos paran a la altura de un parking haiblitado para el verano puesto que parece que las plazas del pueblo ya están ocupadas por los innumerables montañeros que quieres hacer la ruta.
Perfecto, empezaremos entonces desde aquí mismo.
Los dos primeros kilómetros ya tienen algo de subida pero son de aproximación a Poncebos.
En esta pequeña población aparte de una presa con central hidroleléctrica se encuentra también el funicular de Bulnes que nos puede acercar por 21 euros (ida y vuelta) al pueblo de Bulnes que sólo tiene acceso por esta vía. Mucha gente lo toma sólo ida para luego realizar la bajada andando.
Aquí en Poncebos y después de pasar un puente sobre el Río Cares la carretera empieza a coger ya una pendiente considerable. Nos vamos a meter en 4km cercanos que siempre se sitúan entre el 8 y el 10% para ir calentando piernas.
Esta zona discurre en paralelo a las gargantas del río Duje y es espectacular en cuanto a vistas. Además pasaremos varios túneles (creo recordar 3) que no tienen iluminación.
El tráfico es casi nulo ya que está carretera conduce a solo a los pueblos de Tielve, Sotres y Tresviso y la recorren los escasos vecinos y los turistas de rigor.
Cerca de Tielve sobre el kilómetro 7 la pendiente nos da un respiro de dos kilómetros hasta volver a coger otra vez dureza.
Entramos ahora en una zona de desfiladero dejando el río mucho más abajo, pero igual de espectacular o más.
Se puede ver la carretera por donde vamos a rodar por delante en un precioso serpenteo por el talud de la roca. Esta zona de unos 3-4km es magnífica. Difícilmente mejorable. A mi me encantó. Además tampoco es excesivamente dura en torno al 7%.
Y ahí se acabó lo fácil. Un kilómetro antes de llegar al pueblo de Sotres empieza la zona durísima.
Primero con un kilómetro brutal antes de llegar al pueblo (500 metros al 15%). Ya a Sotres se llega con poco resuello y con todo metido. Aún así el pueblo nos da un ligero respiro para coger aire...pero a la salida...ay mi madre la salida de Sotres!!!!
La carretera se estrecha y se convierte en una especie de pista mal asfaltada y la pendiente sigue subiendo y subiendo en tramos hasta el 20%
El kilómetro y medio de infierno hasta llegar a la antena del caserío del Caballar es este:

Como se puede ver tiene amplias zonas de casi el 20% y aquí te quedas sin aire, sin desarrollo, no te puedes levantar porque derrapas y en definitiva es un infierno de kilómetro y medio largo.
Haciendo más eses que un borracho y con los buitres revoloteando encima consigo llegar a la cima donde se encuentra la antena y una señora de negro sentada bajo una sombrilla haciendo calcetines de invierno. A la bajada cuando hice las fotos charlamos un rato y me quiere vender un par...menos mal que no llevo dinero porque sino me convence fijo para comprarle.
Bueno, el caso es que esto ya está hecho. Una vez aquí ya no quedan mas que dos kilómetros de toboganes en los prados de la montaña acompañado de vacas, caballos y ovejas, desde donde se puede ver ya con nitidez el Naranjo de Bulnes.
Bajando un poco se llegaría hasta Tresviso desde donde no existe acceso rodado hacia el otro lado y que coincide con otra subida espectacular que es el Salto de la Cabra y que dejaremos para otro año.
En la bajada tuve un pequeño percance ya que al ir detrás de un camión pillé un socavón y casi salgo volando. Increiblemente conseguí no caerme al suelo no sin dar un giro de 360º sobre mi mismo y la bici haciendo un escorzo digno del mismísimo Ethan Hunt. Una pequeña avería en el gemelo donde me clavé 4 dientes del plato pero sin más consecuencias.
Orgulloso de la subida nos fuimos a comer a Las Arenas de Cabrales y después a Llanes de nuevo al apartamento.

Aquí el recorrido del STRAVA:

Fotos. Merecen la pena. La primera el parking donde se inicia la subida.